lunes, 22 de agosto de 2011

La piel dura, de Francois Truffaut



La piel dura de Truffaut es una obra sobre la infancia, la niñez, la pubertad, etc. A Truffaut le deben de gustar mucho los niños, porque también en su película El pequeño salvaje se nos habla del proceso de educación de un niño encontrado en estado salvaje y es el propio Truffaut quien encarna el papel del maestro que se encarga de enseñar al niño cuestiones como la lectura, valores éticos, escritura, etc.


Una de las obras capitales del director francés es Los 400 golpes, donde también muestra una mirada cariñosa al mundo de la infancia, en este caso el protagonista es un niño que aprende a base de golpes, como bien indica el título, cometiendo pequeños hurtos y desengañado por el mundo de los mayores. Una vida parecida a la infancia que tuvo el propio Truffaut, que anduvo por varios reformatorios.





En La piel dura, hay ternura, a veces roza lo cursi, pero también hay verdad, amor a la vida, ilusión y optimismo. Truffaut dijo que quien no ama el cine, no ama la vida, en su cine hay vida y en su vida, cine. Truffaut es un optimista, un enamorado de la personas, en esto es diferente a Godard, que está más maleado.


Me gustan los niños franceses y Francia en general, a veces son retorcidos, cursis, redichos, creídos y orgullosos, pero, como alguien dijo, si no existiera Francia habría que inventarla, porque aporta mucho, aporta pensamiento, abstracción y enredos. Francia, je t'aime.

Un 8,38

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