lunes, 28 de diciembre de 2009

The Swimmer

Hoy me he visto/visualizado The Swimmer (El Nadador); que tengo que verla para la clase de Cine y Literatura en Lengua Inglesa, de 2º Curso, en su 1er cuatrimestre. Horario de 15.00 a 16.30 Lunes y Martes (L y M).



Basada en un cuento de John Cheever, cuento cortito, bueno cortito, tendrá sus 5 o 6 páginas fácilmente; así que el director Frank Perry y su mujer, creo que Eleanor se llamaba (todas las mujeres respetables americanas se llaman Eleanor), la guionista, tuvieron que añadir escenas, ampliar la historia para convertirla en hora y media de imágenes, como mandan los cánones cinematográficos.

La historieta va de un tipo que quiere llegar a su casa nadando a través de las piscinas de sus amigos y conocidos; en una especie de viaje emocional donde se va encontrando con personajes que le hacen recordar su pasado y su presente y vamos descubriendo la psique rara del protagonista. Es como una road-movie.
El actor que lo encarna es Burtito Lancaster, con su mandíbula machorra, y tiene un cuerpazo para sus 55 años, marca paquete durante toda la película y aunque tiene ligeras flacideces en su contorno te mete una ostia que te dobla el cabronazo.

Tiene aires retro-pop y lisérgicos y algunos movimientos de cámara raros que chirrían un poco, así como fallos de raccord inexplicables. Pero da igual, porque es un viaje enfermizo al interior del hombre y de su comunidad, un viaje triste, que te hace sentir triste y eso es lo importante. Fin.


martes, 22 de diciembre de 2009

Nonsense (como muchas veces)


No sé quién soy, cuando el gusano y el azote corroen las entrañas de mis pieles, siento que un Yunque y tus letras me encierran entre paréntesis; la tela de araña que se queda pegada y vuelves sobre tus pasos y todo sigue igual, y más y más telas de araña y la gente alrededor y la polla en ristre como escalpelo de tu mirada. Te odio. Y la mirada hacia atrás y en el infinito y el sofá y el desasosiego y la manta que no me cubre los pies. Pero la comida ofrece un alto, grasas y más sedentarismo y gafas mal reguladas y visiones desenfocadas; tiempo ha ajustadas. Quedan 35 minutos para un nuevo perder, para una nueva decepción (lo más seguro). Pero el boli lo tengo en el bolsillo (entonces?). No hagas caso de eso. Que si los calcetines, que si el cinturón, que si el boli o el lápiz dejado en el alféizar, que si esa conversación mal rematada, esas palabras que salen y no encajan en su hueco. Algo falla. Algo hizo 'clic', o hace 'clic' constantemente y es difícil atraerlo hacia el sentido común, hacia el orden, la armonía, etc. Pero en Lavapiés, o en La Latina, o en Tribunal las cosas te van a ir mejor, no te preocupes. Ja. Cuantos cambios? Hacia dónde vas, alma de cántaro. Quédate donde estás, verás que bien, verás que agustito, jijijj. Pon la calefacción, hazte unos macarrones con tomate y atún y ponte a ver un filme; no pienses más, porfa. Si está bien, si es tan fácil, por qué duele así, por dentro?. Ya sólo quedan 29 minutos. No hay gente en esta biblioteca; enfrente, lejos, está una chica que va a unas de mis clases, que tiene cierto morbo, creo que es alemana o belga o de por ahí, el otro día hizo una presentación sobre "el halcón maltés" y se puso un poco nerviosa y eso hizo que me gustara más, como si hubiera algo reconcentrado en ella, como si no fuera vana, no sé; está sentada con un hombre maduro, encorbatado, de lejos se parece a Herman Tersch, habrán follado? tendrán una relación perversa basada en Lolita y Humbert Humbert o algo así? no lo parece, pues se hablan sin mucha confianza, pero podría llegar a serlo, quizás durante estas navidades queden a tomar un café, y el hombre se lance y ella acepte y la furia y el tormento se desaten. No me gusta lo último que he escrito, desde que empecé con lo de la chica, pues he vuelto a la cotidianeidad, al prosaísmo; antes estaba siendo más gongorino y alejado.[...] (estoy viendo Smoke, pero no me va a dar tiempo)

sábado, 19 de diciembre de 2009

Beat and Co

Se puede leer "En el camino" de Jackito Kerouac mas allá de los 20 años? No sé si se sostendrá su lectura o se me caerá de las manos como arenilla de desierto.


Pienso que no, que aún me fascinaría y me arderían las tripas por dentro. Que me entrarían ganas de dejar todo, aunque sea por un rato, auque sea en período vacacional, aunque sea con dinero en el bolsillo, aunque sea de forma organizada, aunque sea con compañía agradable, aunque a la vuelta todo esté en su sitio y emprender el viaje, por la ruta 66, o por la ruta de la seda, donde sea, siempre y cuando sea divertido.


Hace mucho que no leo Bukowski, tampoco.


miércoles, 9 de diciembre de 2009

Post-posteo

Cuando estoy en un ordenador público me gusta mirar la barra de direcciones para ver las direcciones que pone la gente.

En los locutorios la gente también deja sus fotos en la carpeta de imágnes, dentro de mis documentos, o en archivos recibidos, que son las fotos que se intercambian por el messenger.

Soy un detective como ya no quedan :)




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Quiero leerme la trilogía de la Nocilla de Agustín Fernández Mallo. Yo también quiero molar, y ser metaliterario y postpoético. He consultado en la base de datos de la biblioteca y los tienen en Filología B. Mañana voy a ver si los consigo. Al menos uno no? jejej.






Delante de mí hay un hombre con cascos que se rasca de forma compulsiva el pecho y tararea cancioncillas. Puede que tenga el síndrome de Tourette o quizás sólo lo haga para llamar la atención. Cada vez que hace un movimiento espasmódico de esos me sonrío levemente, aguantando la risa.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Libro2: El nido de la serpiente


Otro libro leído con denuedo, El nido de la serpiente, de Pedro Juan Gutiérrez. Un autor que no conocía, aunque sí de oídas. Es un Bukowski a lo cubano, botella, ron, tabaco habano. Muy visceral, sucio, sexual y faltón.

Su estilo quizás termine en sí mismo, frases cortas, ciertos pensamientos filosóficos y actitudes vitales ya vistas. De vivir a toda costa, de investigar, probar, experimentar, revolcarse en el barro, follar mucho etc.

La verdad que aunque el personaje tenga cierto pesimismo en sus actitudes, y muchas veces me da pena porque está solo, y va de aqui para allá con su soledad a cuestas; a pesar de esto, esta actitud de estrujar la vida hasta sus últimas consecuencias, de vivir hasta el extremo, o al menos, hasta el extremito a mí me puso las pilas, un poco, un par de horas o así, quizás hora y media.

- Hola, soy Pedro Juan Gutiérrez, digo muchas palabrotas y hablo de sexo sin pudor, jijiji, qué amo soy ;)

Libros1, The Maltese Falcoon

Estos días he leído bastantes libros. Todos por obligación, pero disfrutados igual, aunque a veces me picaba la cabeza.

Han sido y a saber cuales:

El halcón maltés, de Dashiell Hammet





Ya lo había leído hace años, me acordaba a grandes trazos del argumento; pero me ha gustado volverlo a recordar.
El lenguaje que utiliza Hammet me pareció algo seco, concreto. La descripción de personajes muy esquemática, en tres trazos se despachaba todo. Quizás ese sea un rasgo del género policíaco. La no introspección, las descripciones certeras, más bien centradas en acciones que en psicologismos.
Sam Spade se pasa todo la trama entrando y saliendo de sitios, de la oficina a su casa, de la casa al hotel, del hotel a su oficina, y de ahí en un taxi de nuevo a su casa.
El final es agradecido y te deja un buen regusto, quizás a causa de que durante la trama a veces cansaba tanto devenir y tan poca penetración.
Le pongo un 6,789 periódico sobre 10.

En próximas entradas hablaré de más libros.