miércoles, 14 de noviembre de 2012

Sobre la Muerte.


No sé quién eres pero no me caes del todo mal. Ocurre que cuando te conozca yo ya no estaré, ni te podré ver, sé que vives en la habitación contigua y se oyen a veces tus pisadas, la gente oye tus pisadas y a algunos los abrazas muy fuerte.
Si eso, a mí visítame muy tarde, bueno como veas.
Algunos dicen que antes de nacer también estábamos muertos, que esto es solo un brillo de luz en medio de una eterna oscuridad.
Quizás conozcas a Dios, a la Libertad, al Universo o al Infinito. Sois gente que nosotros no somos capaces de aprehender. Cansáis con vuestros desatinos y vuestra vaguedad. No me gusta lo que no abarco. Te me escapas. ¿Dónde estás?
Algún día podrías explicar de qué va esto, explicar tu punto de vista porque nosotros no sabemos. Al menos yo. Lo mismo ni tú misma sabes quién eres ni a qué te dedicas. Quizás solo seas una vida sin habitantes. Una vida muerta pero no demasiado.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Salamanca


Salamanca ya no está, se ha caído. Estoy un poco triste por ello, pero no demasiado. Ahora cuando paseo por las calles me siento más acompañado, sin gente, en el vacío. Salamanca se ha movido de sitio, ahora esto es un solar, con matojos y piedras grandes en las que me siento a comer un bocadillo y a mirarme los pies. Ya no te veo ni veo a nadie, solo a mí mismo andando y tumbándome en la carretera. Se me hace corta la noche aunque oigo el aullido de los lobos y siento las cosquillas de las hormigas en los brazos. Ahora ya no hay nadie en Salamanca. 
Te quiero.

Haikuseh






















Alzo la vista,
veo que me observan
sus ojos chinos.


















Este es mi boli,
cabeza corrompida
que ya no escribe.




















Desparramarme
por cuerpos y gargantas
y que me beban.













Las utopías
ya se han conseguido en
Berlín y Moscú.













Embadurnarte,
morderte los deseos
y que me dejes.