domingo, 28 de agosto de 2011

Belle de jour, de Buñuel





Esta obra de Buñuel la creo muy buena. Sale Catherine Deneuve, joven, rubia, glacial, fría como un bunker. También sale Paco Rabal, macho español, con voz ronca y huevos colganderos.

Catherine Deneuve aburrida de la vida de matrimonio, en la que su marido ejerce de médico y ella se aburre en casa, decide aventurarse por vías peligrosas y morbosas, decide acudir a un burdel para vender su cuerpo de 2 a 5. Al principio le cuesta, porque es duro y hay que acostarse con barrigudos y dejarse manosear, también tiene que hacer de dominadora y fustigar a algún cliente, y le cuesta, porque ella es fina y temerosa. Con la práctica se va soltando y se reencuentra a sí misma como mujer, consigue aumentar su estima, su fuerza, su autonomía. Su marido, el médico, no se entera de nada, él es muy correcto y cristianito y se peina de forma ordenada. Ella es ahora una zorra y le huele el coño a sudor. Las cosas han cambiado algo, aunque luego vuelven a su cauce, luego hay un accidente, un disparo y las cosas cambian.




Salen algunos sueños oníricos, alegóricos, caballos que tintinean, sexo sucio, humillaciones.
Hablan en francés. Yo la vi en VOSE, corazón malherido.



Un 8,83

sábado, 27 de agosto de 2011

Alicia en las ciudades, de Wim Wenders




Película minimalista, underground, bonita, lenta, lírica en ocasiones de Wim Wenders. De este señor había visto Paris, Texas, película enorme y El cielo sobre Berlín, también de altísima calidad, filosófica y abstracta, aunque a veces algo cursi. Vi otra en la que actuaba Sam Sephard que me pareció bastante mala, se la podía haber ahorrado. Tiene también una especie de documental sobre los últimos días del director Nicholas Ray, muy recomendable.

Esta debe de ser de sus primeras películas, se ve carestía de medios, hablan en alemán, pero hay referencias a EEUU como es habitual en la filmografía de este director germano.

Sale un actor delgaducho y callado y una niña pequeña. Los dos por causas del azar se ven envueltos en un viaje en busca de la abuela de la niña, se produce la convivencia entre ambos, muy poética. No se producen tocamientos entre ambos, eso sería pederastia. El hombre se acuesta en una ocasión con una mujer y la niña toma helados y tiene impertinencias propias de su edad. Tiene algunos puntos en común con París, Texas, por aquello de la búsqueda de identidad, con un hijo de por medio y viajes incesantes de un lado para otro, estilo road movie.



Me ha gustado bastante. La música es alucinógena. El hombre toma fotos a diestro y siniestro, eso me ha gustado también, como un intento de aprehender lo visto, de no morir o de retener el tiempo. A mí a veces me pasa. Ese hombre me ha caído bien, porque yo a veces quiero hacer o hago cosas de esas.

Un 8,23

La habitación verde, de Truffaut



¡Mas Truffaut, señores!
Truffautito, truffautito, cuán poético tú eres, humanista, gozador, bellísima persona y aristócrata(?) del gusto.

Aquí se reflexiona sobre los muertos. El papel que juegan los muertos en las vidas de los que aquí nos quedamos, los honores que se les rinden, si se les traiciona al, por ejemplo, rehacer tu vida con otra mujer tras haberte quedado viudo, etc.
Truffaut expone varias opiniones, hay dos personajes principales, el propio Truffaut haciendo de un articulista acartonado, que tras la muerte de su mujer, se pasa la vida analizando a los muertos, escribiendo largas esquelas y dedicando su vida a los fósiles y a un culto pseudocristiano por los que ya no están. La otra protagonista es una mujer, muy bella por cierto, que opina que todos los muertos son un solo muerto y que se puede rendir pleitesía a todos a la vez y que el vivo puede rehacer su vida sin que ello suponga una traición al difunto.


Entre ellos surge un amor vivo y vibrante, algo moribundo, aunque finalmente no se besan.

Un 8

Vivamente el domingo, de Truffaut


Salen Jean Luis Trintignat y una morbosa, sensual, me la follo, me pones cachondo, Fanny Arandt. Es una especie de relato policíaco, de investigación tras crímenes y de falsos culpables. La escena de Psicosis en la que la mujer huye con el coche entre la lluvia con el dinero en el bolso antes de llegar al tétrico motel está recreada aquí.

Me ha parecido una película atípica de Truffaut, como si hubiese querido apegarse lo más posible a los clichés de un género, aunque dándole un toque francés.


Hay algunos fallos de raccord bastante lamentables.
Es en blanco y negro, y como es de Truffaut y por ende francesa, me gusta.

Un 7,75

El silencio de un hombre, de Melville

Alan Delon, qué guapete, tiene cara de nada, pero es bello como el sólo el hijoputa. Aquí, en este filme, hace de matón a sueldo, casi ni habla, actúa, mata y, entre medias, ama un poco, como sin ganas.


Este filme es de Jean Pierre Melville, no sé si he visto alguna peli de este hombre, cuando tenga conexión a internec lo miraré en filmaffinity. No sé si El salario del miedo es de él, me suena que sí. [Lo he mirado y no, no había visto ninguna de este hombre; El salario del miedo es de Clouzot]
En algunas cosas me ha recordado a La evasión (Le trou), en cuanto al silencio, la meticulosidad en la actuación, el minimalismo.
Sale una chica negra guapa, como de facciones de Ferrero Rocher.


(No me he enterado de la frase que dice Alan Delon al final. A ver si me entero) [No he conseguido enterarme]

Un 7,5.

viernes, 26 de agosto de 2011

El zurdo


Esta es la primera película de Arthur Penn. Trata sobre la vida de Billy the Kid, o Billy el niño, como vuescencia prefiera. Aunque se le tituló El zurdo, no sé muy bien por qué, debe de ser que el protagonista es zurdo, aunque nunca se resalta este hecho en la película.



El hombre-guapo-ojazos-bonitos que encarna a Billy el Niño es Paul Newman, que aquí hace de héroe peligroso, rencoroso, que camina por el lado salvaje de la vida. Es vengativo y al final recibe de su propia medicina.
Es interesante el juego metaliterario, donde el héroe es, al mismo tiempo que vive, ficcionalizado, como Don Quijote, cuando en la segunda parte del libro se encuentra con gente que ha leído sus aventuras en el primer tomo. Aquí es el escritor que escribe sobre sus andanzas el que finalmente le vende y le conduce a la muerte. La literatura siempre tan puta.

Un 7,22

martes, 23 de agosto de 2011

La Chinoise, de Godard




Aquí está Godard el filósofo, el maoísta, el izquierdista remendón. Pero qué bien que nos lo presenta todo. Con mujeres jóvenes y bellas recitando el Libro Rojo y gritando consignas leninistas, así yo también quiero ser marxista.
Salen chicas guapas, una la he reconocido porque salía en Pocilga de Pasolini, y la otra no sé quién es, voy a tener que buscar en el imdb, porque me recuerda a una chica con la que estuve.
También sale el actor fetiche de Truffaut, Jean Pierre Leaud. Y más chicos jóvenes e intelectuales. Viven todos en una casa pintada de colores, con consignas revolucionarias en las paredes y habla y hablan hasta la extenuación. Se dan conferencias ellos mismos y discuten de temas políticos, a veces sin saber lo que dicen.






Dicen que Godard se perdió un poco en esta época maoísta suya, que cuando el arte cae en brazos de la política pierde parte de su atractivo.
Godard siempre es atractivo, porque es francés y lleva gafas y lee a Derrida. Aunque aquí se le ha pirado un poco la chaveta. Pero son de agradecer estas películas-manifiestos.


Aún así, en la escena final un maduro profesor discute con la joven revolucionaria y le hace ver lo estéril de sus planteamientos, la desarma. En el fondo me da pena que siempre las ideas se vengan abajo, que la realidad te ponga en tu sitio; es cierto que los idealismos son peligrosos porque conducen a forzamientos de la realidad que no encajan con el sentido común. Me da pena que estos jóvenes no tengan razón, que no se pueda poner bombas porque se mata a la gente, que se pueda cambiar pero poco, sólo milímetros porque el río de la vida te conduce por el camino trillado, por el cauce ya hollado, por donde se ha de ir.



Un 7,45

lunes, 22 de agosto de 2011

La piel dura, de Francois Truffaut



La piel dura de Truffaut es una obra sobre la infancia, la niñez, la pubertad, etc. A Truffaut le deben de gustar mucho los niños, porque también en su película El pequeño salvaje se nos habla del proceso de educación de un niño encontrado en estado salvaje y es el propio Truffaut quien encarna el papel del maestro que se encarga de enseñar al niño cuestiones como la lectura, valores éticos, escritura, etc.


Una de las obras capitales del director francés es Los 400 golpes, donde también muestra una mirada cariñosa al mundo de la infancia, en este caso el protagonista es un niño que aprende a base de golpes, como bien indica el título, cometiendo pequeños hurtos y desengañado por el mundo de los mayores. Una vida parecida a la infancia que tuvo el propio Truffaut, que anduvo por varios reformatorios.





En La piel dura, hay ternura, a veces roza lo cursi, pero también hay verdad, amor a la vida, ilusión y optimismo. Truffaut dijo que quien no ama el cine, no ama la vida, en su cine hay vida y en su vida, cine. Truffaut es un optimista, un enamorado de la personas, en esto es diferente a Godard, que está más maleado.


Me gustan los niños franceses y Francia en general, a veces son retorcidos, cursis, redichos, creídos y orgullosos, pero, como alguien dijo, si no existiera Francia habría que inventarla, porque aporta mucho, aporta pensamiento, abstracción y enredos. Francia, je t'aime.

Un 8,38

sábado, 20 de agosto de 2011

Matrimonio a la italiana



Sofía Loren y Marcelo Mastroiani, pareja guapa e italiana, son protagonistas en esta obra. Forman un matrimonio peculiar, se pelean, se quieren, se separan, se engañan, se insultan, se odian y se aman. Sofía Loren encarna a una mujer fuerte, decidida, que había ejercido como prostituta en su juventud y lucha por sacar una casa y un negocio adelante, mientras su marido, Marcelo Mastroiani, es un vivalavirgen, se comporta de forma inmadura, con constantes ligoteos y sin querer tomar ninguna responsabilidad, pretende vivir de su mujer y de su herencia de rico.
Sofía Loren en ocasiones sale bellísima, con un culo gordo y potente y con una piel suave y morena.



La película tiene cosas de comedia y en ocasiones de tragicomedia, aunque se decanta más por la risa y por lo grotesco.
De Vitorio de Sica, había visto ya obras capitales como Ladrón de bicicletas, Milagro en Milán, Umberto D y creo que alguna más. Esta no parece muy suya, ya que fue uno de los padres del neorrealismo y parece que en años posteriores hubo de reinventarse y adaptarse al gusto del nuevo público, algo que se ve en momentos de la película, pues chirría en ocasiones, como si no tuviera un estilo definido.
Pero, por lo general, se deja ver con agrado, es divertida, amena, tierna y liviana.

Un 7,5

jueves, 18 de agosto de 2011

El cuchillo en el agua, de Roman Polanski





Obra polaca de Polanski, ahora que lo escribo, Polanski suena a polaco jijij, qué curioso, a lo mejor Polanski quiere decir “El polacuzo” y se lo decían sus compañeros de la Ecóle Francoise de Cinema, tan parisinos ellos, tan de campiña y borgoñón, tan de camiseta de rayas y zapatillas planas, tan de boina, tan de vinos, tan de pan horneado, tan de velódromos.

Se nos presenta en esta obra el misterio del matrimonio y qué ocurre cuando se ve acechado por un tercero. Una pareja, mayor él, joven ella, van con el coche y suben a un autostopista, un chico joven, al que acaban invitando a dar un paseo en su velero. Hay que ser gilipollas también, sobre todo por parte del marido, porque se ve venir que aquello va a acabar como el rosario de la aurora, el marido terminará cornudo, abofeteado y así.



Por lo que se ve el matrimonio y la pareja hay que cuidarla y evitar que se le acerquen peligros potenciales porque corre el riesgo de caer y pecar. Una de dos, o la unión no era muy fuerte, o la pareja es una entelequia que de vez en cuando ha de experimentar otras cosas fuera de esa unión. La mayoría de las personas caemos a las tentaciones, a veces no lo hacemos por comodidad, por miedo a que se rompa lo que ya tenemos, a la desestabilización.

El apartado técnico me ha gustado mucho, un blanco y negro muy cuidado, enfoques muy bellos, música sugerente, tensión ambiental y cierta extrañeza en la manera de contar.



También recomiendo otra obra de Polanski llamada Repulsión, con Catherine Deneuve encarnado a una joven que odia y teme el sexo.

La que menos me gustó de Polanski fue El pianista, la recuerdo como una obra horrible, llena de clichés y con el actor ese con la nariz larga. También es una mierda la de La novena puerta, basada en la obra de Pérez Reverte. La verdad es que el Polanski ha parido buenas mierdas.

No en este caso.

Un 8.



[Creo que es recomendable ver estos diálogos sobre la película del programa Qué grande es el cine: http://www.youtube.com/watch?v=7MCcd6vyz_M ]

¡Viva Zapata!, de Elia Kazan


Historia de la revolución mejicana, donde el protagonista principal es Emiliano Zapata, encarnado por Marlon Brando, también aparece Porfirio Díaz, Madero y Pancho Villa y el malo malísimo Huerta.

Brando hace de machote mejicano, aunque a veces parece chino, tiene valores muy sólidos, no baila, quiere a una sola mujer y defiende los derechos pisoteados del pueblo campesino. Un líder venido desde abajo, que no sabe leer ni escribir, pero que sabe lo que es la Justicia, la Lealtad y la Solidaridad.

También sale Anthony Quinn, este hombre siempre actúa como amigo del protagonista, le recuerdo como amigo de Henry Fonda, en aquella sobre el duelo de OK Corral y aquí también hace de acompañante de Marlon Brando, encarna a su hermano, mujeriego, bailonguero y al final se le pira la cabeza y fenece.



Voy a buscar información sobre los personajes que salen aquí para empaparme bien de la historia mejicana de estos años, para ver quiénes son y cómo se comportaron todos estos personajes.[Ya lo he buscado, hay mucha información en la internec en general y en la wikipedia en particular]

La película bien, es de Elia Kazan, el que dicen que delató cuando lo de Mccarthy. Eso no estuvo bien. La película, sí.

Un 7,77

miércoles, 17 de agosto de 2011

Carta de una desconocida, de Max Ophüls

He pasado unos días en el pueblo y he podido ver varias películas tranquilamente. Iré poniendo aquí qué me han parecido.

La primera de ellas es Carta de una desconocida. Copio lo que escribí nada más verla:




Hoy he visto Carta de una desconocida, película de Max Ophüls, basada en la obra homónima de Sefen Zweig.

Como actores principales salen Jean Fontaine, y otro hombre del que nunca había oído hablar. Será austro-húngaro lo menos. La película bien, todo muy principios de siglo, de siglo XX se entiende jeje, porque ya estamos en un nuevo siglo, a veces no nos damos cuenta, el tiempo pasa de rápido que es una maravilla.

Esta historia trata sobre un amor frustrado. Un amor desequilibrado, en el que una parte siente mucho y la otra casi nada. La parte que siente mucho en este caso es la mujer, y a veces raya lo patológico, pues se enamora locamente de un hombre al que apenas conoces, amor platónico y así, y hace locuras y gestos extraños para con esa irrefenable pasión.



El hombre es algo diferente, por no decir lo contrario, un hombre que en su primera juventud era un talento para la música clásica y tocaba el piano que era un primor, se da a las mujeres y se hace algo tarambana; a medida que entra en la madurez pierde ese calificativo de genio precoz y cae en el mutismo y en la dejadez.


La película es en blanco y negro. Tiene aire vieneses, al estar ambientada en dicha ciudad, y en lo tocante a lo moral es correcta y sin salidas de tono, como buen cine clásico que se precie.

De Max Ophuls creo que he visto ya alguna película más, así a bote pronto creo recordar que La ronda es obra suya, la vi en el programa Qué grande es el cine de Jose Luis Garci, y aparecían los tercios españoles en Flandes, es todo lo más que logro recordar, aparte que había unas comidas y unas juergas de aquí te espero. [He buscado en la internec y me he dado cuenta de que La Ronda no la he visto aún, y la película a la que me refiero de los tercios de Flandes era en realidad La kermesse heroica]

Max Ophüls me gusta, aunque sólo sea por su nombre, le da caballerosidad y empaque, como si fuera alguien importante, no sé mucho de su vida y ahora no tengo a mano la wikipedia y no puedo documentarme. Espero saber más cosas pronto de este señor porque su cine es de alta calidad.

Un 7,5