martes, 26 de julio de 2011

Pocilga, de Pier Paolo Pasolini

Acabo de ver Porcile (Pocilga), de Pasolini. Llevo ya unas cuantas seguidas de este señor. La verdad es que ésta no me ha gustado niente. Bueno, un poco sí. Algunas cosas, pero no en general.


La película se divide en dos tramas paralelas. Una de un caníbal en un tiempo antiguo indeterminado, donde no hay rastros de civilización. Este buen hombre se junta con otros caníbales para cazar a otros seres humanos, pero finalmente son capturados y castigados por tan abyectos actos. La otra historia acaece (?) en los años 60; un padre con un pasado nazi que intenta ocultar y un hijo que no encuentra su lugar en el mundo, interpretado por Jean Pierre Leaud (el actor fetiche de Truffaut). Lo que más me ha gustado son las conversaciones que mantiene éste con una chica-amiga-amada; largos parlamentos donde debaten del amor, del conformismo, de las teorías marxistas y del muro de Berlín.


Las dos historias acaban en muerte. Los caníbales, atados a un palo y devorados por perros y el joven desubicado devorado por los cerdos de una pocilga, por los que siente una atracción morbosa.





Quizás Pier Paolo ha querido incidir en la naturaleza cruel, baja y mezquina del ser humano, pero no le ha quedado muy allá. Se hace aburrida a ratos, suerte que estaba haciendo otras cosas mientras la veía. La voy a poner un 6 (psé, interesante).

lunes, 25 de julio de 2011

Teorema, de Pasolini



Morbazo, ufff, melafo.



Acabo de ver Teorema, de Pier Paolo Pasolini, me ha gustado mucho; la he visto mientras me echaba unas partidas de poker de 1 dólar. Me ha gustado, tiene escenas bellísimas, diálogos poéticos, escenas crudas, se habla de Dios, salen cielos claros y Silvia Mangano y pinturas de Francis Bacon. Me ha gustado. Me gusta también el título, Teorema, así como científico y abstracto, como si nos fuera a solucionar las cosas, a resolver algo, y no resuelve nada el hijoputa, termina con un grito desgarrado, de un hombre desnudo, a las faldas de un volcán. Quien quiera entender que entienda, porque yo no he entendido niente.


Pasolini será todo lo que quieras, pero mundo interior y así tiene un rato, eso no me lo puedes negar, el tío está como una regadera, para regar amapolas rojas en un campo verde. ¿Es o no es? —Es.


La Mangano sale muy atractiva, con la cara empolvada de blanco; también sale en la película del mismo director, llamada Edipo Re. A mí me gustan las mujeres maduras, en cierta medida.


La llegada de alguien que viene a desestabilizar a una familia burguesa también se trata en Funny Games de Haneke, aunque el austriaco? lo enfoca desde la violencia y el boloñés desde una visión religiosa, como si el intruso fuese un Jesucristo guapete.



Le he puesto un 9, para que no se ponga triste Pierpa. Me ha causado estupor y conmoción a nivel interno. Bueno, tampoco tanto. Un beso.





Este está como una cabra al final.

Aquí parece que va a haber una felación, pero al final no.


Morderse el hombro, con deseo, represión y goce orgasmático.


Esta gente yo no sé qué mira.


Ésta es la hija de la familia, enajenada y enamoradiza. (Acaba turulata también).

Accattone, de P.P.Pasolini




Hoy no me encuentro muy bien, quizás escriba triste. He visto Accattone de Pasolini. Trata de un joven romano, chulo de putas, que vive a costa de las mujeres como su profesión indica. Fue la primera película de Pier Paolo. El tema del cristianismo sobrevuela toda la historia, un cristianismo entendido como sacralización de todo, de la miseria y de las clases más populares; algunas escenas recuerdan al Evangelio según San Mateo, también de Pasolini.



Los personajes aquí retratados son abúlicos pues se creen condenados a permancer donde están, no desean medrar como sí lo intenta el personaje de Ana Magnani en Mamma Roma. Aquí hay rebeldía, rabia y pasotismo y finalmente muerte. Nada se puede hacer, pero se nos ofrece una visión espiritualizada de ellos; como hiciera Galdós en algunas de sus obras.








Accattone es fuerza, es desilusión, es miseria, es Cristo revivido, es una cadena de oro colgando de un cuello agreste.



No te la puedes perder. Bájatela del Emule. Un beso.

domingo, 24 de julio de 2011

Ossessione de Luchino Visconti




Estoy viendo/visualizando/oteando mucho cine italiano. Me gusta. Porque lo degusto y sé de qué va. El otro día (creo que fue ayer) me vi Ossessione, de Visconti. Me gusta el título porque tiene muchas eses. Como una serpiente seductora. I love you baby. La pinícula se basa en el libro de James M. Cain El cartero siempre llama dos veces, del que se hicieron otras dos películas en América, como quizás ya sabías, dado tu profundo conocimiento de la historia del cinematógrafo. En una sale Jessica Lange, que folla con Nickolson en una mesa embadurnada de harina, como animales, como cerdos, como hijos de puta. Esta de Ossessione es diferente, Visconti como es italiano e intelectual, se distanció del libro para darle su toque sibarita. Es en blanco y negro y con grano gordo. Salen actores italianos y uno español, que hace del marido gordo de la prota, se llama Juan de Landa, aquí mas info. La película está bien, la puse un 8 en Filmaffinity. Un saludo grande y muy fuerte.

jueves, 21 de julio de 2011

Mamma Roma, de P.P.Passolini.




He visualizado, a lo lejos, Mamma Roma, con la Magnani, que hace de puta, vieja, está buena, tiene buenas tetas, da morbazo, huele a coño y pisa con garbo. El hijo es un vivalavirgen, no se entera, que la vida no era esto, y acaba mal, en la mierda, muerto como un perro judío. Es en blanco y negro la película, la he visto a cachos. Mientas jugaba al poker con mi ordenador (MClan). Se reía como una destontonada la mamma, no sé si es el doblaje o qué. Fallo piii. Ay, las calles de Roma, las afueras, la periferia, muy postmoderno eso, les gusta mucho a los nocilleros y a Fernández Porta. Sale una canción de Joselito, el niño castrato y de piernas cortas, que ahora anda jodido, como un jilguerillo con las plumas mojadas. También salen algunas prostitutas muy guapas, actrices que hacen de prostitutas, pero no es que sean prostitutas en la vida real, jejje :S. La he puesto un 7, pero luego he subido a un 8, porque es de Passolini y porque me ha podido la presión de la tradición y de las opiniones mayoritarias.

miércoles, 20 de julio de 2011

Celebración de la vida, de todo



Miro a mi alrededor y lo veo todo bien,
en realidad, no es que esté bien,
sino que yo me fuerzo,
y así lo veo bien.
Pasa un viejo y yo veo a un anciano
y hablo con él y le acaricio las sienes.
El sol cae sobre mis hombros,
me los quema un poco,
pero yo me río.
Dos chicas se pelean en el metro,
y pienso que me gustaría abrazarlas,
un rato solo.
Me duele la tripa, pero me aguanto,
porque Dios lo habrá querido así.
Bebo gazpacho, frutos de la tierra.
Quiero sentirme gazpacho y me lo echo por la cara.
Estoy muy bien.
Todo bien.

martes, 19 de julio de 2011

Larra y el pirateo



Ando estos días leyendo los Artículos de Larra. Sorprenden por lo actuales que parecen en los temas que trata. Me están gustando mucho. Sólo conocía el famoso Vuelva usted mañana, pero tiene algunos muy atinados. Espero poner mañana algún fragmento de algún artículo.

Este fragmento forma parte de "Dos palabras", una especie de prólogo que colocó al frente de El Pobrecito Hablador:

cuando no se le ocurra a nuestra pobre imaginación nada que nos parezca suficiente o satisfactorio, declaramos francamente que robaremos donde podamos nuestros materiales, publicándolos íntegros o mutilados, traducidos, arreglados o refundidos, citando la fuente, o apropiándonoslos descaradamente, porque como pobres habladores hablamos lo nuestro y lo ajeno, seguros de que al público lo que le importa en lo que se le da impreso no es el nombre del escritor, sino la calidad de lo escrito, y de que vale mas divertir con cosas ajenas que fastidiar con las propias.

No estoy muy de acuerdo en las líneas generales de lo que dice, imagino que habrá algo de ironía en sus palabras. Aunque Larra se basó en muchos de sus escritos en artículos previos de un scritor francés muy conocido en la época, Étienne de Jouy.

martes, 5 de julio de 2011

Nunca estás a la altura (Cuento al estilo de Borges)



Aún recuerdo el día que recibí la notificación médica: el diagnóstico estaba escrito en una lengua antigua que no comprendía, en símbolos a los que califican de cuneiformes. Sólo entendí la firma del Dr. Wozniaki. El documento venía matasellado con fecha de una semana antes, el mismo día en que fui llevado a su consulta.

Me senté junto al placard, justo cuando timbraron la puerta. Era Pierre Menard, el viejo librero con quien tantas tardes compartía la soledad de mi estancia.

—Traigo una novedad desconcertante
Le miré de forma inquisitiva. Portaba un paquete frívolo entre sus brazos. Le invité a mantener una conversación alrededor de mi mesa de estudio. Allí, con un inusual acaloramiento, me habló atropelladamente de los sofistas, de Locke y de teorías políticas que yo ignoraba. Solícito, le preparé un coñac con hielo como él gustaba.
—Olvidemos las disquisiciones y hablemos del paquete
Pierre se secó nervioso la frente con el delicado pañuelo florentino que acostumbraba a llevar en el bolsillo de la chaqueta. Desveló el misterio abriendo el paquete, mirándome.
—Es el Evangelio de Judas. Se lo he comprado al embajador del recién creado estado de Israel, Krastowsky. Él me lo ha contado todo. Judas traicionó a Jesús para ser así castigado y sacrificarse por nosotros. Fue un acto de amor y nunca se ha dicho.
Era conocida por mí, la irrefrenable carrera que habría emprendido Pierre Menard desde años atrás hacia la locura. Algo de lo que yo era culpable en cierta medida al haberle invitado a las conversaciones que mantenía con algunos íntimos amigos en la sala de la Biblioteca Nacional. Esto, y la mucha lectura desordenada y un carácter fácilmente impresionable habían malogrado a Pierre.
Me despedí de él poco tiempo después.
Recostado en la butaca intenté atraer al sueño. El misterioso diagnóstico médico y la visita acalorada de Pierre me impedían dormir. La idea de permanecer en vela de forma ociosa durante la noche me apenaba, dado mi natural inclinación a la laboriosidad. Me dispuse pues, a ojear algunos libros de los que me había hablado Pierre que recordaba tener en algún lugar de mi amplia biblioteca.
Cuando estaba elevado en un viejo taburete, presente que me otorgó mi madre en alguna celebración onomástica, caí de forma vergonzosa con mi desobediente cuerpo hacia atrás, con la mala fortuna de golpearme la cabeza con el saliente de la ventana que daba al zaguán.
Quedé aturdido y tuve visiones espantosas, vislumbré un compendio de laberintos y espejos que me duplicaban infinitamente, riéndose de mi desgracia.


Cuando desperté me encontraba frente al Dr.Wozniaki. Unas paredes de piedra y una puerta enrejada delataban mi estado.
El Dr. Wozniaki se dirigió a mí con una seguridad impostada:
—Era inevitable que tu caótico devenir te condujera aquí. Y ahora existe una ardorosa razón. Ayer asesinaste de forma vil a Pierre Menard.
Me revolví iracundo ante esa cruel mentira pero el Dr.Wozniaki me tiró a la cabeza el libro que portaba entre las manos. Estuve a punto de desmayarme del impacto pero acerté a ver el título de aquella obra. "Vindicación del Evangelio según San Judas. Las apostasías actualizadas". El libro quedó abierto por la última página. Allí se encontraba pegado un folio con el informe médico que recibí el día anterior: mi nombre había sido borrado. Los símbolos cirílicos presentaban ahora una legible escritura romana. Donde decía diagnóstico, escrito en caracteres que imitaban letra antigua se añadieron estas palabras: División del yo. Crueldad infinita. Insomnio. Amnesia selectiva.
Me creí un monstruo. Creo recordar que intenté matar al doctor, pero guardias uniformados me maniataron.


Debió de ser a partir de aquello cuando me enviaron a este lugar donde un espejo intenta hacerme recordar quién soy. Si mi nombre es Jorge Luis y si mi apellido es Borges. Si estoy condenado a inventar historias que me interpreten o si soy yo el intérprete de estas historias. O qué cojones está pasando aquí. Hostias putas ya.