martes, 22 de diciembre de 2009

Nonsense (como muchas veces)


No sé quién soy, cuando el gusano y el azote corroen las entrañas de mis pieles, siento que un Yunque y tus letras me encierran entre paréntesis; la tela de araña que se queda pegada y vuelves sobre tus pasos y todo sigue igual, y más y más telas de araña y la gente alrededor y la polla en ristre como escalpelo de tu mirada. Te odio. Y la mirada hacia atrás y en el infinito y el sofá y el desasosiego y la manta que no me cubre los pies. Pero la comida ofrece un alto, grasas y más sedentarismo y gafas mal reguladas y visiones desenfocadas; tiempo ha ajustadas. Quedan 35 minutos para un nuevo perder, para una nueva decepción (lo más seguro). Pero el boli lo tengo en el bolsillo (entonces?). No hagas caso de eso. Que si los calcetines, que si el cinturón, que si el boli o el lápiz dejado en el alféizar, que si esa conversación mal rematada, esas palabras que salen y no encajan en su hueco. Algo falla. Algo hizo 'clic', o hace 'clic' constantemente y es difícil atraerlo hacia el sentido común, hacia el orden, la armonía, etc. Pero en Lavapiés, o en La Latina, o en Tribunal las cosas te van a ir mejor, no te preocupes. Ja. Cuantos cambios? Hacia dónde vas, alma de cántaro. Quédate donde estás, verás que bien, verás que agustito, jijijj. Pon la calefacción, hazte unos macarrones con tomate y atún y ponte a ver un filme; no pienses más, porfa. Si está bien, si es tan fácil, por qué duele así, por dentro?. Ya sólo quedan 29 minutos. No hay gente en esta biblioteca; enfrente, lejos, está una chica que va a unas de mis clases, que tiene cierto morbo, creo que es alemana o belga o de por ahí, el otro día hizo una presentación sobre "el halcón maltés" y se puso un poco nerviosa y eso hizo que me gustara más, como si hubiera algo reconcentrado en ella, como si no fuera vana, no sé; está sentada con un hombre maduro, encorbatado, de lejos se parece a Herman Tersch, habrán follado? tendrán una relación perversa basada en Lolita y Humbert Humbert o algo así? no lo parece, pues se hablan sin mucha confianza, pero podría llegar a serlo, quizás durante estas navidades queden a tomar un café, y el hombre se lance y ella acepte y la furia y el tormento se desaten. No me gusta lo último que he escrito, desde que empecé con lo de la chica, pues he vuelto a la cotidianeidad, al prosaísmo; antes estaba siendo más gongorino y alejado.[...] (estoy viendo Smoke, pero no me va a dar tiempo)

2 comentarios: