miércoles, 25 de marzo de 2009

Roma, ciudad abierta

Esta pinícula es digamos el comienzo de la corriente llamada neorrealismo, Rosellini se echa a las calles de Roma, todavía en guerra y rueda su historia, también le ayuda Federico Fellini que debía ser más joven y menos gordi.

Me ha gustado mucho la pinícula, en blanco y negro y con mucha luz, casi velada. Ana Magnani tiene cara de tiarrona, pero da morbo, como si fuera una fiera salvaje, machuna y sensual y femenina que le huelen los sobacos a sudor fuerte y a flores y tiene una falda de tela.


Leí en un foro que los italianos se quejan mucho y el que no llora no mama, y que en la película parece que todos fueron antinazis y que todos tenían mucha ética y luchaban contra el opresor y que qué mal lo pasaban los italianos, pero que peor lo pasaron los polacos, pero como no tienen tanta industria cinematográfica plañidera no nos damos cuenta.

La peli me gustó bastante. FIN.



Pd: Me estoy bajando Paisá, a ver qué tal está.



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