Película de Michael Curtiz, el director de Casablanca y, según mi tío, el director de una película de boxeo de Errol Flynn, (lo busco y no, se trata de Gentleman Jim, y la dirigió Raoul Walsh; aseveraciones de mi tío que luego son erróneas).
La obra temáticamente podría encuadrarse dentro del cine negro, con asesinato al principio y flashback para explicar el hecho durante el resto del metraje.
Actúa como protagonista Joan Croawford, que encarna al personaje de Mildred Pierce, mujer trabajadora y abnegada, que lucha por su particular sueño americano y que lo consigue, lástima que una hija insolente, caprichosa y malvada (Ann Blyth), ejerce de antagonista y le chupa la sangre.
Joan Croaford me gusta, me gusta mucho, tiene pómulos y barbilla muy marcados, rozando la masculinidad, y un andar decidido y te entran ganas de besarle los labios, como lo hacen varios durante el film (marido, ex-marido, amante, intento de amante, etc).
Sorprende para bien el rol que ocupan los personajes femeninos, gobernando sus vidas, inmersas en el mundo laboral, y, por lo general, más fuertes y decididas que los hombres.
Basada en una novela de James M. Cain, escritor de relatos policiacos, en cuyas obras también se inspiró Billy Wilder en Perdición y varias películas de igual argumento (Ossessione (1943), El cartero siempre llama dos veces (1946), El cartero siempre llama dos veces (1981))
No defraurará.
Corría el año 1945 y los nazis estaban levantando la bandera blanca.
8,5 sobre 10.
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