Miro a mi alrededor y lo veo todo bien,
en realidad, no es que esté bien,
sino que yo me fuerzo,
y así lo veo bien.
Pasa un viejo y yo veo a un anciano
y hablo con él y le acaricio las sienes.
El sol cae sobre mis hombros,
me los quema un poco,
pero yo me río.
Dos chicas se pelean en el metro,
y pienso que me gustaría abrazarlas,
un rato solo.
Me duele la tripa, pero me aguanto,
porque Dios lo habrá querido así.
Bebo gazpacho, frutos de la tierra.
Quiero sentirme gazpacho y me lo echo por la cara.
Estoy muy bien.
Todo bien.
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